Diario: El ciudadano
28 abril, 2012
Con la
intención expresa de ser un instrumento para acercarse a la cultura armenia,
además de bregar por el reconocimiento y la reparación histórica del genocidio
sufrido por dicho pueblo durante la Primera Guerra Mundial, Florencia Demirdjian
filmó Guiragos: La historia de un niño sobreviviente, un documental que podrá
verse hoy, a partir de las 18, en el Cine El Cairo (Santa Fe 1120) con entrada
libre y gratuita.
Entre 1915 y
1923 (aunque muchos señalan que había comenzado algunos años antes), el
gobierno otomano ordenó la deportación de cerca de un millón de armenios a los
desiertos de Siria por considerar que eran “quintacolumnistas” de la enemiga
Rusia. Camino de su exilio, la mayoría de los deportados fueron asesinados o
murieron de hambre y enfermedades.
Sin embargo,
Turquía se niega a calificar esa tragedia como genocidio por temor a los
reclamos territoriales y patrimoniales que presentarían los miembros de esa
comunidad.
“Nosotras
somos tercera generación de armenios y nuestro abuelo es sobreviviente del
genocidio –dijo Florencia haciendo referencia también a sus hermanas Delfina y
Sabrina Demirdjian–. La motivación principal para hacer este documental fue la
de recorrer la historia de nuestra familia. Hace un tiempo fuimos invitadas al
festival de cine de Ereván, la actual capital de Armenia, algo que para
nosotros fue como un viaje iniciático. Por un lado había mucho temor por volver
pero como estaba el festival de por medio nos animamos”, relató respecto del
viaje que emprendió en 2009 para presentar el film Fémina, las mujeres y el
poder.
“Regresamos
después de 100 años a la tierra de mis abuelos –agregó–. Esa experiencia nos
permitió renovar la mirada; porque nosotras teníamos presente a Armenia
desde una vivencia de dolor y muerte. Entonces estar ahí, hablar con personas
que viven ahí, nos conectó con cosas muy lindas, empezamos a experimentar la
cultura; los sabores y los olores que nos supo transmitir mi abuelo se hicieron
más reales. Vinimos con una mirada renovada para trasmitírsela a la cuarta
generación, para que puedan conocer algunas cuestiones”.
En Guiragos,
producido por A.D.O., productora independiente integrada por Delfina
Demirdjian y Sabrina Demirdjian y Coproducido por la Universidad Nacional de
Rosario, la realizadora establece un diálogo con armenios de Yereván y de la
diáspora y va descubriendo y vivenciando al “ser armenio”. A partir de ese
viaje y con el nacimiento de una cuarta generación de armenios en Argentina,
aparece lo que señalaron como una “nueva mirada” del país.
“Como el
Estado turco no reconoce el genocidio, el dolor, después de 100 años, es el
mismo. Hasta que no haya un reconocimiento por parte del Estado perpetrador del
genocidio, la herida no va a sanar. Nosotras, que somos tercera generación, necesitamos
airear un poco esa herida; hablarla, contarla, trasmitirla porque si no uno
queda estancado ahí”, aseguró la cineasta.
Respecto de
los recursos de los que se valió para contar esta historia la realizadora
señaló: “Usamos parte de los archivos familiares, de mi abuelo tenemos fotos
hasta los siete años y después de los 19, en el medio no hay registro más que
algunos certificados de identidad. Pero el relato está centrado en las imágenes
de nuestro viaje a Armenia y las entrevistas que hicimos a buena parte de
nuestra familia”.
“También
hicimos algunas recreaciones, más que nada con las nuevas generaciones. Por
ejemplo, Luca, mi sobrino menor, está investigando a través de las nuevas
tecnologías a (Mustafa Kamal) Ataturk y descubre que en una página turca lo
tienen como si fuera un líder carismático, para marcar esas cosas es que
elegimos hacer algunas recreaciones”.
“Lo que
queremos transmitir es que si después de 100 años los imperios no pueden asumir
alguna responsabilidad ante los crímenes, el mundo no cambió nada y se hace
imposible que tengamos alguna ilusión por el futuro”, concluyó Demirdjian.
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